• La XVI Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe concluyó en Ciudad de México con una agenda de diez años que busca redistribuir las labores de cuidado, hoy realizadas en su mayoría por mujeres
  • El acuerdo, impulsado por la CEPAL y ONU Mujeres, reconoce por primera vez el derecho al cuidado como derecho humano y lo plantea como motor económico capaz de generar 31 millones de empleos en la región

Redacción

Ciudad de México, 15 de agosto de 2025.- La 16 Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe concluyó con la adopción del “Compromiso de Tlatelolco. Una década de acción para el logro de la igualdad sustantiva de género y la sociedad del cuidado”, una hoja de ruta de 80 acuerdos que orientará la política pública regional durante los próximos diez años.

El compromiso establece el reconocimiento del cuidado como derecho humano, que incluye el derecho a cuidar, a ser cuidado y al autocuidado. Propone la creación de sistemas integrales de cuidados con marcos legales e institucionales en cada país, inversión pública y privada, así como financiamiento sostenible.

También busca la redistribución equitativa del cuidado entre mujeres y hombres, rompiendo con los estereotipos de género, y la visibilización de mujeres históricamente excluidas, como indígenas, afrodescendientes, rurales y con discapacidad.

El texto incorpora además un lenguaje inclusivo en materia de derechos sexuales y reproductivos y reafirma el compromiso de la región con la paridad de género en organismos internacionales como la Secretaría General de Naciones Unidas.

De acuerdo con datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y ONU Mujeres, cerrar las brechas de género en el cuidado requerirá una inversión equivalente al 4.7 por ciento del PIB regional en diez años, es decir, 0.6 por ciento anual.

Esta inversión permitiría generar 31 millones de empleos en el sector de cuidados, lo que representaría el 12 por ciento de la fuerza laboral regional, además de un incremento estimado del 20 por ciento en ingresos tributarios y la recuperación de un dólar por cada cinco invertidos en infraestructura de cuidados.

El acuerdo se sustenta también en el reconocimiento realizado el siete de agosto pasado por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CoIDH), que definió el cuidado como una necesidad básica, ineludible y universal de la cual depende la vida humana y el funcionamiento de la sociedad.

Con ello, los Estados miembros de la Organización de Estados Americanos adquieren la obligación de respetar este nuevo derecho.

A lo largo de casi cinco décadas ha adoptado consensos que marcaron hitos, como el Consenso de Quito en 2007, el Consenso de Montevideo en 2013 y el Compromiso de Buenos Aires en 2022.

El nuevo compromiso aprobado en México retoma esa trayectoria y coloca el cuidado en el centro de la agenda regional, junto a la educación, la salud y la protección social, como el cuarto pilar del Estado de bienestar.

La directora regional de ONU Mujeres, María-Noel Vaeza destacó que la sociedad debe cambiar la norma social que asigna el cuidado solo a las mujeres, pues se trata de una responsabilidad compartida y un motor de desarrollo económico.

El secretario ejecutivo de la CEPAL, José Manuel Salazar-Xirinachs subrayó que el envejecimiento poblacional representa un desafío inédito, pues entre 2028 y 2032 la población de 65 años y más superará a la infantil en la mayoría de los países de la región, lo que exige ampliar y redistribuir los cuidados para garantizar un desarrollo sostenible.

Con este acuerdo, América Latina y el Caribe se convierten en la primera región del mundo en reconocer de manera formal el cuidado como derecho humano y como base para construir sociedades más igualitarias y sostenibles.