
- La defensora amuzga denunció que su madre murió con el dolor de saberla encarcelada
- Nueve compañeras presas se sumaron a su huelga de hambre en el penal de Nezahualcóyotl
Karla Galarce Sosa
Acapulco, Gro., 9 de septiembre de 2025.- Desde el penal femenil de Nezahualcóyotl, en el Estado de México, la defensora indígena Kenia Inés Hernández Montalván envió un mensaje a su equipo jurídico tras la notificación de que le fue negado el permiso extraordinario para acudir al sepelio de su madre, Inés Montalván, en Xochistlahuaca.
“Cuando se trata de una cuestión de humanidad, de que simplemente necesitaba despedirme de mi mamá, me lo niegan”, expresó con voz entrecortada, al considerar inconcebible que las autoridades justifiquen la decisión en razones operativas, mientras que sí existen traslados cuando se le busca vincular a nuevos procesos judiciales.
En su mensaje, difundido en redes sociales, denunció que su madre murió con el dolor de saberla encarcelada y manifestó preocupación por sus nietos: “Mi madre era la que les preparaba los almuerzos, revisaba sus tareas y ahora no sé qué va a pasar con ellos”.
La activista informó que nueve de sus compañeras en prisión se sumaron a la huelga de hambre iniciada el domingo por la noche, aunque lamentó que ni ese gesto solidario haya sensibilizado a las autoridades.
Añadió que este martes decidirá si mantiene la protesta.
El abogado del Centro de Derechos Humanos Zeferino Ladrillero, Antonio Lara Duque, calificó como absurda e inhumana la resolución de la jueza María Leticia Olvera Medina, del Juzgado de Ejecución de Sentencias de Nezahualcóyotl, quien declaró improcedente la solicitud de Hernández para asistir al funeral.
La defensora amuzga cumplirá cinco años privada de la libertad, enfrentando nueve procesos penales en distintos estados, la mayoría por ataques a las vías de comunicación relacionados con protestas en casetas.